en el aire

En el balanceo. Balanceo en el que apenas clarea la mañana. Mojado sobre las piedritas mojadas, en el balanceo de esta orilla mirando a una mar que vuelve a ser ella. En este balanceo me he percatado de algo que, seguramente, ya sabía: no se trata del balanceo, se trata de ondular. ¿Sabes a qué me refiero?. No es la curva, ni siquiera la circunferencia, es la espiral. La curva fenece en la recta, la circunferencia vive cautiva. Sin embargo, la espiral se abre, inesperada, como una esquiral (esquina + espiral). A mis espaldas, en el paseo, las palmeras ondulan con el viento, como una lengua lo hace con otra. Miro a las gaviotras ondulando en el aire, en movimiento, suviento, bajanto, estas con las otras, las gaviotras. La danza de todo lo que veo tiene ese movimiento. Las piedras mojadas sobre las que ondula el agua, ondulando sobre ellas mismas. Acaso, ¿crees que ellas son indiferentes a su caricia ondulada?. Mi pelo se ensortija en una ondulación salada. Blancas, las crestas de las olas encrespadas, rizadas en su ondulación. Ondular!!!, efectivamente, se trata de la ondulación!!!. Mi pensamiento ondulando en un instante de ondulante felicidad. En la ducha, siento la ondulación del agua en mi cuerpo y ondulo con ella, erizado por la ondulación me dejo caer por el desagüe. Desvanecerse, dejarse ser,  un dejar de ser para ser.  Imagino que es lo que sentirá el agua cuando empieza a ser vapor  para ondular; lo que sentirá el aire cuando empieza a ser viento; el gusano mariposa; lo que sentirá ese cigarro que tendrás entre tus dedos, siendo humo. Veo mis manos ondular sobre el teclado, las letras en su ondulada desesperación por decirte lo que te quiero decir.

Viendo alas gaviotas, alas palmeras, alos pensamientos, alas lunas, a todo esto y a todo aquello, alas miradas, alas caricias, alos besos, alos cuerpos, a evitarnos y a abrazarnos hasta fundirnos, hasta ser pura ondulación. Como ese “a la” que se abraza en su deseo de volar. O ese papel de ahí afuera que, soñando que era un ave, llego a Ser-lo. Porque, y aquí esta el kit de la cuestión, no se trata de “veo esa danza a mi alrededor”, sino de  darte cuenta de que esa danza no está a tu alrededor, sino que tu formas parte de la danza, eres danza. Pura ondulación.