07:19 a.m. 𝗗𝗲𝘀𝗮𝘆𝘂𝗻𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗗𝗶𝗺𝗮𝗻𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 LOU

Mientras esperaba el caffe machiatto con leche de algún vegetal o fruto seco, he dicho un retórico Buenos días Lou, y ha empezado a hablarme de que durante mucho tiempo había preferido el otro lado de las cosas, los suburbios, la noche y las flores del mal. Le he mirado de forma afelpada, intentando decirle : “a estas horas?. Joder, podríamos hablar de la letra de “𝘼 𝙋𝙚𝙧𝙛𝙚𝙘 𝘿𝙖𝙮”, y así enfoco mejor el día.

Ha esbozado una mueca que he interpretado como una sonrisa. – Te equivocas – me ha dicho – "Date un paseo por el lado salvaje, por callejones y cloacas, pero mantén una mirada de soslayo, “socarrona” y una actitud suburbial. Siente como late tu corazón: esto es la vida. Lo otro, el sueño americano, es una puta pesadilla que narcotiza continentes. Sonríe, pero no dejes de escupir(les) veneno.

El cabrón es gato viejo y, he vuelto a picar, hemos hablado de lo de siempre, de Boudelaire, de Rimbaud, de los Verlaines, Paul y Tom y de Delmore Schwartz. En tercera persona me ha hablado de sus adicciones, de las que tuvo 𝗟𝗼𝘂 𝗥𝗲𝗲𝗱, y cómo las fue dejando en los callejones, junto a muchos amig@s; y de las que no pudo abandonar: la música, algunas novelas, de arte cada vez menos, las felaciones, lo dulce, si lo dulce – ha insistido- y el pan dels Ibarsos, …

Por romper la conversación, señalando el machiatto, le he dicho que hoy a mi corazón le han puesto canela; que en 1997, un tribunal francés condeno al líder del Frente de Liberación de Gnomos de Jardín por robar 150 gnomos.

Creo que Lou ya no me ha oído, estaba como poseído absorto mirando la dulce panela.

Hay adicciones que son jodidas de superar.

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